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La Gran Recesión del 2020

Abril 21 / 2020

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) la economía peruana caerá 4,5% en el 2020 a consecuencia del impacto del coronavirus, sin embargo, el país será líder en el 2021 al crecer 5,2%, siendo superado solo por Chile (5,3%), señaló el Centro de Investigación Empresarial (CIE) de PERUCÁMARAS.

Según el informe “Perspectivas de la economía mundial”, publicado recientemente por el FMI, la gran mayoría de los países en el mundo van a experimentar una recesión este año debido a la pandemia por COVID-19, que ha ocasionado enormes pérdidas humanas. De esta manera, la economía mundial caería 3% en el 2020, con una recuperación de 5,8% en el 2021.

El impacto de la crisis sanitaria sería mayor en las economías desarrolladas con una contracción de 6,1% de su Producto Bruto Interno (PBI), mientras que las economías en vías de desarrollo tendrían una caída de 1%. Además, las estimaciones del FMI advierten que el rebote para el 2021 sería mayor para las economías en vías de desarrollo, que alcanzarían un incremento de 6,6%; en tanto las economías avanzadas crecerían solo 5,8%.

En enero de este año, el FMI había proyectado crecimientos superiores en la mayoría de economías. En el caso de Perú había estimado un crecimiento de 3,3%, mayor en 7,8 puntos porcentuales frente a la reciente estimación.

Sin embargo, para el Centro de Investigación Empresarial (CIE) esta cifra sería muy optimista, dada que la incertidumbre generada por la crisis sanitaria dentro y fuera del país es alta, puesto que el contagio tiene un crecimiento exponencial, esto significa que en solo días 100 personas infectadas pasan a ser 10.000.

Asimismo, de acuerdo al informe, la actual crisis sanitaria superaría a la crisis financiera del 2008-2009, siendo la peor recesión desde la Gran Depresión del 29. Se estima que las medidas de confinamiento en todo el mundo implicarán una contracción significativa del crecimiento mundial en el 2020, pero que tendría una recuperación parcial en el 2021.

Sin embargo, el FMI aclara que estas caídas del PIB podrían ser peores si la pandemia y las medidas de contención se prolongan, con condiciones financieras más restrictivas, cierre de empresas y desempleo prolongado.

Si bien las proyecciones son parcialmente mejores en Latinoamérica, la mayoría de estas economías carecen de solida capacidad de gestión de Gobierno, sistemas sanitarios bien equipados y el privilegio de emitir monedas estables, aspectos que restan al momento de afrontar esta crisis. Así, los países más afectados serían Venezuela con una caída de 15%, seguido de Ecuador con -6,3% y Argentina -5,7%. Mientras que los países con menor impacto serían Paraguay (-1%), Colombia (-2,4%), Bolivia (-2,9%), Uruguay (-3%), Chile (-4,5%) y Perú (-4,5%).

No obstante, en el 2021 se estima una recuperación parcial liderada por Chile y Perú, con tasas de crecimiento de 5,3% y 5,2%, respectivamente. Las economías menos dinámicas serían Venezuela, que se mantendría en recesión con una tasa de 5%; así como Bolivia y Brasil que solo crecerían 2,9% en cada caso.

Los resultados de Perú se deberían a la estabilidad de su economía que permitirán afrontar mejor esta crisis. Sin embargo, otras economías no tendrán el mismo resultado debido a que no solo se enfrentan a la crisis sanitaria, sino también a una inestabilidad financiera, en un escenario donde han caído los precios de las materias primas, además de tener elevadas deudas públicas.

Políticas frente a esta pandemia

La economía peruana también está siendo afectada por la pandemia del COVID-19 debido a choques externos, los cuales se reflejan en una caída de las exportaciones, desplome de los precios de los minerales y fuga de capitales, generando una fuerte caída del Producto Bruto interno (PBI), cierre de empresas y desempleo, principalmente.

Frente a ello es importante observar qué posturas y medidas para afrontar la crisis están adoptando los Gobiernos. Según el FMI, será fundamental el uso de la política fiscal con el objetivo de salvaguardar la vida de las personas, cuidar los empleos, evitar el cierre de empresas y facilitar la recuperación de la economía.

A diferencia de la mayoría de los países de América, el Perú tiene un mayor margen en presupuesto público debido a la estabilidad macroeconómica que ha llevado por años, lo que permite tener un mayor margen de maniobra; sin embargo, la efectividad de la política fiscal dependerá de cuán eficiente sea el gasto.

De esta manera, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) viene ejecutando un extraordinario plan de contingencia a través de diferentes medidas como la bonificación extraordinaria para el personal de la salud, otorgamiento de subsidio monetario a favor de los hogares en condición de pobreza y de trabajadores independientes, adquisición y distribución de productos de primera necesidad de la canasta básica familiar.

Asimismo, el Gobierno viene adoptando medidas en el plano laboral ante el temor de un incremento del desempleo, otorgando a las empresas facilidades para sobrellevar la crisis como, por ejemplo, la reducción y la suspensión de algunas obligaciones tributarias. El informe estima que el desempleo tendría un incremento de 7,1% en el 2020 y 7,3% para el 2021.

En cuanto a la inflación, el FMI estimó que crecería 1,7% en el 2020 y 1,8% en el 2021. Ante este escenario menos favorable y para mantener la inflación dentro del rango meta, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) acordó reducir en 100 puntos básicos la tasa de interés de referencia de 1,25% a 0,25%. El BCRP indicó que se proyecta que la tasa de inflación anual se aproxime al límite inferior del rango meta en el horizonte de proyección, considerando el debilitamiento significativo de la demanda interna. Además de considerar que la actividad económica se encuentra severamente afectada de manera temporal por los choques simultáneos de oferta y demanda agregada.

Por lo tanto, el BCRP está tomando las medidas pertinentes para sostener el sistema de pagos y la cadena de créditos de la economía. De este modo, ha venido ejecutando operaciones de inyección de liquidez tales como repos de valores y de monedas en marzo y lo que va de abril.