Banco Mundial
Servicios financieros digitales y reducción de la pobreza
Ampliar los servicios financieros digitales puede ayudar a las economías en desarrollo a hacer frente a la crisis ahora y a impulsar el crecimiento más adelante, señala un artículo del Banco Mundial (BM).
“En el Banco Mundial nos ha quedado claro, desde hace algún tiempo, que ampliar el uso de los servicios financieros digitales apoya el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. En nuestra labor con los países en desarrollo de todo el mundo, hemos observado que los países con sistemas financieros más profundos y más desarrollados logran un mayor crecimiento económico y disminuyen más rápidamente la pobreza y la desigualdad de ingresos”, indican expertos del BM.
Cuando el mundo afronta la crisis de la COVID-19, advierten, se ha hecho más evidente la importancia de los servicios financieros digitales para proporcionar herramientas financieras seguras, de bajo costo y sin contacto a los ciudadanos y los Gobiernos.
Un reciente informe del BM explica de qué manera obtener acceso a servicios financieros básicos —tales como cuentas de transacciones, crédito, productos de ahorro y seguros— ayuda a los pobres a aumentar sus ingresos y su resiliencia.
De acuerdo al BM, las tecnologías digitales permiten llevar estos servicios a personas que no tienen acceso a ellos, y estas representan casi dos tercios de los adultos en el mundo en desarrollo.
“La tecnología está bajando los costos al maximizar las economías de escala. Además, está aumentando la velocidad, la seguridad y la transparencia de las transacciones y permitiendo el desarrollo de productos financieros sostenibles adaptados a las necesidades de las personas con ingresos muy bajos e irregulares. Adicionalmente, está eliminando obstáculos para proporcionar servicios financieros, como la falta de identificación y de ingresos formales, y la distancia geográfica”, señalan los expertos de la organización multinacional.
Asimismo, advierten que el dinero móvil ha aprovechado la alta penetración de los teléfonos móviles en muchos países en desarrollo para ofrecer una "primera ola" de servicios financieros digitales. “Hoy en día, existen más de 850 millones de cuentas de dinero móvil registradas en 90 países, y se realizan diariamente transacciones a través de estas cuentas por un monto total de US$ 1,300 millones. África al sur del Sahara se ha convertido en un líder en el área del dinero móvil; más de una quinta parte de la población adulta posee una cuenta de dinero móvil”, sostienen.
Según el BM, la actual pandemia de COVID-19 ha hecho más urgente el uso de servicios financieros digitales para mantener el funcionamiento de los sistemas financieros y proteger a las personas durante este tiempo de distanciamiento social, caída de la demanda, reducción de la oferta de insumos y condiciones de crédito más estrictas.
“Las empresas de tecnologías financieras están ayudando a los Gobiernos a entregar de manera rápida y segura transferencias de efectivo y otras formas de asistencia financiera a las personas y liquidez de emergencia a los negocios. Además, permiten a las personas transferir fondos —incluidas remesas transfronterizas— y pagar facturas desde su hogar, o en un mercado o tienda, sin tener contacto físico”, señalan.
Pero el potencial es mucho mayor de lo que se ha logrado, advierten. “Esta crisis ha puesto de relieve los beneficios de los servicios financieros digitales en muchas dimensiones diferentes y su función fundamental en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, afirman.